El Camino de los 7 lagos o Ruta de los 7 lagos es, sin duda, uno de los tramos más espectaculares de la mítica Ruta Nacional 40 en Neuquén, que une el país de norte a sur. Se trata de 112 kilómetros entre montañas, bosques frondosos, lagos cristalinos, arroyos y cascadas sorprendentes.

Este paseo que une San Martín de los Andes con Villa la Angostura atraviesa los parques nacionales Lanín y Nahuel Huapi, y puede hacerse durante todo el año. A lo largo del recorrido hay hosterías y campings (agrestes y organizados) y algunos comercios para comprar comida.

CUÁLES SON LOS LAGOS DEL CAMINO

Lo primero que hay que saber es que si tenemos en cuenta los lagos que están en el inicio y en el final del recorrido (Lácar y Nahuel Huapi), no son siete sino ocho.

Dicho esto, si empezamos el circuito en San Martín de los Andes, partimos del lago Lácar, en el Parque Nacional Lanín. Tiene una gran variedad de bahías y playas, y puntos imperdibles como Catritre, Quila Quina, Yuco y Nonthué.

Ya en el camino, el primer espejo de agua en esta dirección es el lago Machónico, que se observa desde la ruta como una mancha azul oscuro que se recorta entre las montañas.

Más adelante aparecen los lagos Villarino y Falkner, separados por un istmo. El Villarino está rodeado de bosques de coihues, mientras que el Falkner se caracteriza por sus playas de arena. Ambos están a la orilla de la ruta y ofrecen espacios para acampar y lugares para pescar.

Siguiendo la ruta está el lago Escondido, un espejo de agua de color verde esmeralda que se oculta detrás de los árboles y las montañas. Aquí es posible hacer actividades como caminatas, pesca y paseos en lancha.

Después se encuentra uno de los lagos más grandes: el Correntoso. De color verde azulado, tiene aguas más cálidas que otros y playas y bahías para explorar. Además, cuenta con área de acampe y servicios para los turistas.

Tras hacer 15 kilómetros se llega al lago Espejo, con aguas calmas y limpias que reflejan el paisaje que lo rodea. Este lago tiene un hermoso mirador sobre un acantilado, una playa amplia y un bosque andino para caminar.

Ya en el tramo final se empieza a ver el último e imponente espejo de agua del circuito: el lago Nahuel Huapi.

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