En un duro documento de 5 páginas presentado formalmente este lunes, el bloque opositor detalló una serie de graves irregularidades, maltratos y violaciones al reglamento. Acusan al oficialismo de simular el debate para aprobar una reforma «nula» y se niegan a ser «colaboracionistas del régimen».
Formosa. – La crisis en la Convención Constituyente de Formosa escaló a un nuevo nivel este lunes 11 de agosto, cuando el bloque completo de la oposición presentó formalmente en la mesa de entradas del cuerpo un documento en el que denuncian graves irregularidades y comunican oficialmente su retiro de las sesiones.
El escrito, dirigido a la presidenta de la Convención, María Graciela de la Rosa, es una contundente acusación de fraude procesal y avasallamiento sistemático. La oposición afirma que su decisión de retirarse se debe al «incumplimiento sistemático del reglamento» y que permanecer en sus bancas sería ser «colaboracionista del régimen».
La Acusación Central: Un Debate Ficticio
El corazón de la denuncia opositora es que el debate parlamentario es una farsa. Según el documento, el oficialismo presenta los proyectos de reforma y, en la misma sesión, ya tiene listos los dictámenes de comisión para aprobarlos. Esto, afirman, demuestra que no existe un análisis real y que todo es un «guion» y una «simulación» donde la decisión ya está tomada de antemano.
Califican este mecanismo como «ocultismo parlamentario» y aseguran que los 23 artículos aprobados hasta la fecha son «nulos de nulidad absoluta» porque no cumplieron con el procedimiento legal de tratamiento en comisión.
Clima de Hostilidad y Avasallamiento
Más allá de las cuestiones técnicas, la oposición denuncia un clima de hostilidad y maltrato constante. Aseguran que ser minoría no le da derecho a la mayoría a «pisotear las reglas, silenciar voces y humillar».
Entre las irregularidades denunciadas, se incluyen:
Falta de recursos: Se les negó la infraestructura y asistencia de la que goza el oficialismo, y el presidente del bloque mayoritario, Rodrigo Vera, les sugirió en «tono burlón» que contrataran sus propios asistentes y trajeran sus impresoras.
Agresiones verbales: Denuncian haber sido tratados de «vagos», «burros», «caraduras», «cobardes» e «idiotas» por parte de convencionales oficialistas, a menudo con sus micrófonos apagados por la presidencia.
Amenazas físicas: Afirman que hubo «intentos de violencia física inminente» por parte de los convencionales Solalinde y Caballero al momento de su retiro el pasado viernes.
El Objetivo Final: Perpetuidad en el Poder
Para la oposición, el fin último de esta reforma es claro: «garantizar la perpetuidad en el poder, burlar el fallo de la Corte Suprema y habilitar otra reelección de Insfrán». Sostienen que no convalidarán una Constitución «redactada desde el quinto piso de la Casa de Gobierno».
Finalmente, el bloque opositor deja claro que su retiro no es un abandono, sino un «acto de dignidad» y que no serán «cómplices ni partícipes de esta farsa». La denuncia incluso tipifica las acciones de la presidencia como un posible delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público, según los artículos 248 y 249 del Código Penal.