De Formosa a vivir a la lujosa ciudad de Abu Dabhi en los Emiratos Árabes Unidos, Zahira Barnichea (24), contó su experiencia viviendo del otro lado del mundo e invitó a todos los que sueñan con buscar su futuro fuera del país, a que lo intenten. «Siempre con trabajo y poniéndole garra, se puede», señaló.
Zahira Barnichea trabajaba en un call center en la ciudad de Formosa, además tenía su propio emprendimiento de venta de indumentaria, pero ella misma definió, «Me quedaba chico».
Y así como contó que «siempre quise irme de la Argentina, no pensé jamás, nunca pensé terminar en Medio Oriente, pero es algo hermoso. Fue todo muy rápido, apenas hace un mes y medio que estoy acá».
Zahira trabaja en uno de los mejores restaurantes latinoamericanos de los Emiratos Árabes Unidos que está ubicado en el Hotel Park Hyatt que es una cadena hotelera que tiene sus sucursales por todo el mundo, Mate, y como su nombre lo indica, es argentino. Junto a ella, trabajan otros nueve argentinos más, y de hecho, contó que el chico que había publicado en Instagram su experiencia viviendo allá, también formoseño, no la conocía, pero como Formosa es tan chico, ambos se dieron cuenta que tienen muchos amigos y conocidos en común.
La joven contó que en la solicitud para aplicar al trabajo le pedían contar con experiencia previa, tener manejo de inglés conversacional y el pasaporte al día.
«Yo había viajado el año pasado a Londres y la experiencia de hablar en inglés, no era un problema para mí, y en cuanto a lo laboral, cuando era más chica trabajé para el servicio de mesas de un pelotero que está por la Avenida 25 de Mayo», explicó.
Sobre lo que ha sido su viaje, está apenas hace un mes y medio, dijo que «al principio tenía miedo por las cuestiones de que acá, la mayoría de las personas son musulmanes, y las mujeres, casi todas están tapadas de pies a cabezas y visten de negro, entonces cuando me veían a mí, de short y musculosa, les parecía raro, igualmente nadie te dice nada, pero te miran raro… y otra cosa que me asustó el primer día es la sirena que suena, parece que es el fin del mundo, pero esa sirena es como un canto de los musulmanes que suena cada cinco horas, y es para que recen, está lleno de mezquitas por todos lados».
Otras de las restricciones extrañas es que no tienen la posibilidad de hacer videollamadas por Whatsapp, aunque sí les permiten usar la aplicación como servicio de mensajería común; también las drogas están totalmente prohibidas y con respecto al alcohol, han tenido que ser más permeables debido a la afluencia turística, sobre todo en la parte de Dubai, que está distante unas dos horas de Abu Dabhi.
El sueldo como en Argentina, pero la plata vale
Otro detalle que contó Zahira es que, si bien su salario en los Emiratos Árabes es casi el mismo que lo que percibía en Argentina, lo cierto es que le alcanza y sobra. «Acá la plata vale».
Dijo que «yo cuento siempre que en Formosa tuve que ahorrar casi un año para comprarme un celular, y acá lo puedo hacer en dos meses. O me he ido ya a Parques Acuáticos, me sale muy barato irme a Roma o París, el dinero de mi sueldo, me queda prácticamente para comprarme mis cosas; porque la empresa se encarga de darme alojamiento y también comida».
Además, al cumplir un año de trabajo, tiene la posibilidad de tomarse un mes de vacaciones pagas, donde incluso, si ella elige venir a la Argentina, se le paga el pasaje de avión; y hasta puede acumular para tener más días de descanso.
Al estar en un restaurante argentino, contó que «como asado todos los días» y que ya tiene pensado sugerir a la sopa paraguaya como plato de elaboración propia en el restaurante.
Zahira les dijo a quienes tienen el sueño de salir a buscar su futuro fuera del país, que lo hagan. «Sé que cada uno tiene sus condiciones pero si se quiere, se puede. Yo trabajé y ahorré para poder pagarme mi viaje de estudios, lo hice la última vez para irme a Londres, y siempre es con esfuerzo, si se hace con esfuerzo y poniéndole garra, se puede conseguir; mi sueño americano estaba quizás en Estados Unidos, pero la vida me puso acá en Medio Oriente, donde estoy muy feliz, y aprendiendo día a día». (El Comercial)