El candidato de centroizquierda busca acercarse a los votantes evangélicos, que en su mayoría apoyan a Jair Bolsonaro.

El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que si gana las elecciones de octubre, en su eventual gobierno va a respetar tanto la Constitución como la Biblia. La frase pareció dirigida a los electores evangélicos que apoyan mayoritariamente la candidatura del mandatario de ultraderecha, Jair Bolsonaro.

«Tenemos que mirar a la Constitución y esta debe ser cumplida, tenemos que mirar a la Biblia y tiene que ser cumplida» , aseguró el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) en la noche del jueves al hablar ante un numeroso público en Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais.

La religión ocupa un espacio importante en las campañas de Lula y Bolsonaro desde el martes pasado, cuando se inició oficialmente la carrera hacia el Palacio del Planalto.

Bolsonaro está «más para fariseo que para cristiano, él no respeta a nadie», puntualizó el ex gobernante de 76 años, con la voz afónica en la Praça da Estaçao, donde se encontraba su candidato a vicepresidente, el político de centro derecha Geraldo Alckmin, quien fue gobernador del estado de San Pablo.

«Estamos enfrentando a una persona desequilibrada, desestructurada, estamos enfrentando a una persona que cree que se debe estimular el odio, eso es lo contrario de lo que queremos nosotros», agregó Lula en una nueva estocada contra Bolsonaro.

Evangélicos y católicos

Una encuesta de Datafolha, publicada este jueves, indicó que Bolsonaro, del Partido Liberal (derecha) tiene el 49% de intenciones de voto entre los electores ligados a iglesias neopentecostales y Lula suma el 32%.

En cambio, el ex sindicalista Lula recogió el 52% de apoyo entre los votantes católicos,frente al 27% del ex militar Bolsonaro.

La encuesta de Datafolha «indica que hay un fuerte voto evangélico a favor de Bolsonaro porque se ha politizado bastante el voto de ese segmento que tiene un peso creciente en la población», afirmó este viernes la politóloga Ana Carolina Evangelista, directora del Instituto de Estudios de la Religión.

El ciudadano evangélico «tiene una participación más activa en política que el católico» y esto hace que su impacto sea importante en la campaña, pese a que los católicos siguen siendo mayoría en Brasil, agregó.

Miembros de la campaña de Lula dejaron trascender que su candidato buscará descontar esa ventaja de Bolsonaro entre los evangélicos que representan un 30% de los 156 millones de electores.

Para ello, Lula, que es católico, insistirá en que no pretenden cerrar templos neopentecostales como lo han asegurado pastores bolsonaristas en sus cultos, según un reportaje divulgado esta semana por radio CBN, del grupo Globo.

El voto de las mujeres

Al mismo tiempo, el candidato petista continúa con su discurso hacia el electorado femenino, que según varios sondeos se vuelca mayoritariamente hacia el PT.

«No queremos que la mujer continúe siendo tratada como si fuera un objeto de cama, queremos que la mujer sea sujeto de la historia, que pueda hace lo que ella quiera», dijo el político en Belo Horizonte.

Mientras tanto la esposa de Lula, la socióloga Rosángela «Janja» Silva, comenzó a realizar encuentros con mujeres defendiendo un discurso progresista y de tolerancia religiosa, como contracara de la mujer de Bolsonaro.

Bolsonaro, que es católico, estableció un vínculo estrecho con las iglesias evangélicas y cuenta con el apoyo de la poderosa Bancada de la Biblia, formada por pastores.

Es en ese contexto que la primera dama, Michelle Bolsonaro, evangélica, ha pronunciado discursos en actos recientes en los que asumió una posición religiosa al asegurar que su marido es un elegido del Señor y acusó a la oposición de ser enviada del «demonio».

Fuente: ANSA

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