El Movimiento Evita fue la organización social que más dinero recibió por parte del Gobierno desde que Alberto Fernández llego a la Casa Rasada y Emilio Pérsico, uno de sus líderes, designado al frente de la Secretaría de Economía Popular, un área que pertenece al ministerio de Desarrollo Social y que administra el Potenciar Trabajo, el programa más importante de la cartera a cargo de Victoria Tolosa Paz.

De los $11.649.356.644 entregados a Unidades de Gestión No Gubernamentales, las cooperativas, mutuales y entidades vinculadas al Evita firmaron convenios celebrados con la propia secretaría que comanda el dirigente peronista por $3.646.159.320, el 31,30% del total. Esto es 17.404.101 dólares si se utiliza para la conversión el dólar oficial fijado por el BCRA de 209,50 pesos al cierre de esta nota. De ese total, $1.664.632.400 fueron destinados a las asociaciones comunitarias que forman parte de la Federación de Cooperativas Evita LTDA, el 14,29% de los convenios celebrados con las Unidades de Gestión no gubernamentales.

Los datos oficiales surgen de la documentación que la Coalición Cívica aportó al juzgado federal número 5 a cago de María Eugenia Capuchetti en la denuncia penal que lleva el número 2613/2022 y en la que pide investigar una presunta asociación ilícita liderada por Emilio Pérsico a través de la cual se habrían desviado fondos oficiales hacia las cooperativas ligadas a la organización oficialista por casi cuatro mil millones de pesos.

Abrir las relaciones de esas cooperativas con la dirigencia del Evita es una caja de Pandora que deja al descubierto a familiares y amigos de dirigentes y políticos. El Movimiento Evita busca ganar poder territorial y peso político a través del partido La Patria de los Comunes, que fue presentado a nivel nacional el viernes 17 de marzo en el estado del Club Español y para eso necesita financiación. Desde la oposición especulan que parte de los recursos provienen de los convenios firmados con las cooperativas.

La Matanza, Moreno, Lomas de Zamora, Lanús, Tres de Febrero, Florencio Varela, San Martín, La Plata, son solo algunos distritos en los que el Evita, que tiene como otro de sus referentes a Fernando “Chino” Navarro, funcionario en la Jefatura de Gabinete, busca hacer pie y desbancar, por ejemplo, a Fernando Espinoza, el hombre que gobierna La Matanza.

De la documentación se desprende que cientos de millones de pesos a través de convenios firmados por Pérsico, fueron derivados a cooperativas del Evita asentadas en el distrito más populoso de la provincia de Buenos Aires. Es más, sus direcciones corresponden a la ciudad matancera de Isidro Casanova, localidad dónde vive Pérsico y su pareja, la diputada provincial Patricia “Colo” Cubría.

Las paredes de La Matanza están cubiertas con afiches que postulan a la legisladora bonaerense como candidata a intendenta del distrito. Un hecho que podrán lograr si le gana las PASO del Frente de Todos a Espinosa, a través del partido La Patria de los Comunes.

En la foja 17 de la denuncia judicial que en agosto pasado firmaron los dirigentes de la Coalición Cívica Hernán Reyes, Héctor Flores, María Fernanda Reyes, Juan Manuel López, Maximiliano Ferraro, Maricel Etchecoin; Mariana Stilman, Mónica Frade, Victoria Borrego y Rubén Manzi; se esgrime la certeza que con los fondos directos que van a las cooperativas, o con parte de él, la organización social lo utilizaría para extender su poder político, presencia en los barrios y solventar actos y multitudinarias movilizaciones. Los dirigentes de Elisa Carrió lo expresaron así: “Entendemos que el Movimiento Evita estaría utilizando el financiamiento estatal para su desarrollo territorial y de presencia política, en un contexto de gran vulnerabilidad social en Argentina y satisfaciendo sus necesidades como organización a través de su inserción en la política partidaria hacia dentro del Frente de Todos”.

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