“Sí, sí. Yo siempre dije que me quería quedar”. Esa fue la última declaración que Agustín Rossi hizo públicamente luego de la victoria de Boca Juniors el miércoles pasado frente a Lanús. El arquero se mantuvo firme en sus posturas: el deseo de permanecer en la institución, pero no a cualquier precio. En las próximas horas habrá un nuevo cónclave entre el Consejo de Fútbol y el representante del jugador para intentar destrabar una negociación que lleva largas semanas.

El último contacto que había tenido la directiva xeneize con el jugador fue hace poco más de una semana, en vísperas del Superclásico en la Bombonera, cuando Marcelo Delgado y Chicho Serna lo llamaron a una de las oficinas del Predio de Ezeiza para remarcarle que la propuesta para renovar el vínculo seguía en pie. ¿Cuál fue la respuesta del 1? Que estaba dispuesto a una nueva reunión con su agente presente, que bajo las condiciones ofrecidas era imposible arribar a un acuerdo y abrió la posibilidad de firmar un contrato de menor extensión (es decir, no hasta diciembre de 2026).

Desde el Consejo pretenden que haya un cambio evidente en la postura y flexibilidad del jugador y su interlocutor. Desde el otro lado, aguardan por un trato más amable en el que se puedan sentar posturas sin necesidad de conflicto. Al margen de esto, existen cuatro puntos claves que se debatirán y pueden terminar dándole un vuelco a la tratativa.

1. Modificación en el salario ofrecido

Trascendió que la oferta que Boca le hizo a Rossi hasta fines de 2026 fue a cambio de 11 millones de dólares brutos (es decir, unos 7 millones de dólares libres de impuestos) por toda la duración del vínculo. Desde el Consejo de Fútbol consideraron que la propuesta era inmejorable. Incluso el Patrón Bermúdez, quien participó del mitin en el que se fijaron los números, la consideró como “gigante”. Y no hubo espacio para renegociar, ya que cuando las partes volvieron a cruzarse en Ezeiza, Juan Román Riquelme le aclaró al representante Miguel González que ese sería el único monto a considerar para que siguiera en el club.

Sabido es que no hubo apretón de manos y que, a los pocos días, el Xeneize incorporó a otro guardameta de renombre como Sergio Chiquito Romero. Desde la directiva se mostraron tajantes y, si bien del lado del futbolista no cerraron la puerta al diálogo, dejaron entrever que en caso de no mejorar las condiciones del contrato, las chances de firmar la extensión serían nulas. Habrá que aguardar para saber si Román y compañía guardan un as bajo la manga.

2. Extensión del vínculo

Si bien desde el lado del futbolista fue tomada para bien la continuidad de cuatro años propuesta por la institución, sobre la mesa el mismísimo Rossi deslizó la chance de firmar por menos tiempo. Esta sería una de las llaves para destrabar el asunto: que en vez de renovar hasta 2026, el acuerdo se formalice hasta fines de 2025. Lógicamente eso llevará a una modificación en los números, por eso las partes deberán afinar los lápices para arribar a un pacto en el que se vean beneficiadas ambas.

3. Monto de la cláusula de rescisión

El monto de 18 millones de dólares fijado en su contrato resulta excesivo para el jugador y su agente. Considerando que en 2020 el Dibu Martínez fue la venta de un arquero argentino más importante de la historia (se fue del Arsenal al Aston Villa en más de 20 millones de dólares), no sería descabellado pensar en una reducción importante del tope de la cláusula de salida si se renueva el vínculo de Rossi.

No se habló del tema y menos de números, pero la rebaja de entre el 20% y 40% de la cifra podría acercar al acuerdo definitivo y tornar al golero de 27 años más accesible dentro de un mercado en el que es seguido desde el exterior.

4. Situación dentro del plantel

La incorporación de Chiquito Romero no pasó inadvertida para el 1 de Boca. Si bien existe un compañerismo y relación profesional con el nuevo arquero del equipo, el hecho de permanecer en la institución sabiendo que quizás no esté en los planes del cuerpo técnico para el 2023 es algo que lo inquieta. A base de esfuerzo y buenos rendimientos, Agustín Rossi se cree merecedor de la titularidad en el Xeneize si es que forma parte del proyecto futbolístico que comenzará el año próximo. No exigirá la garantía de jugar, pero sí empaparse de la consideración que tendrá a futuro.

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