El pediatra de los más peques y que los más grandes conocen muy bien
Lindor Lamuedra, el pediatra de los más chicos y más grandes también, hace casi 50 años ejerce una de las profesiones más nobles y lindas, la de curar a los más pequeños, a nuestros bebes.
Profesional muy reconocido en Formosa se desempeña como pediatra en su tradicional consultorio de la calle Fotheringam, todas las tardes recibe a niños de todas las edades. Los papis acuden a él confiando en su larga trayectoria, basta experiencia y buen trato con los chicos que es lo más importante.
Lindor comentó a DNA que su primer parto en la provincia fue en el año 1975, hace exactamente 48 años. Con tan solo 29 años, junto al Dr. Aveiro asistió a la madre de los mellizos Uriza, que según cuenta “hoy en día viven a pocas cuadras de mi consultorio”.
Recibido en la Universidad de La Plata en el año 1971, trabajó unos años en el Hospital de Niños de Buenos Aires Ricardo Gutiérrez para luego trasladarse a la provincia.
El 12 de mayo de 1975 comienza a desempeñarse en Formosa y desde entonces continúa atendiendo a miles de niños, “hoy vienen padres que atendí de chicos y traen a sus hijos, es decir que estoy atendiendo a la tercera generación” comenta el Dr.
Además de atender en su consultorio trabajó en el Hospital de la Madre y el Niño donde arrancó siendo médico de sala para luego convertirse en el Director. Además indicó que junto a reconocidos doctores fundó NEO-FORM.
Historia y familia

“Llega un momento en que el pediatra se hace como médico de familia, tengo pacientes del interior que me preguntan hasta cosas del abuelo” contó entre risas.
Adaptarse a la nueva era
“Ahora con las redes sociales y el celular tengo muchas consultas y las trato de solucionar a través de fotos y video llamadas” y agregó que, “de todas maneras ese tipo de medicina virtual no me gusta mucho porque a veces uno tiene que palpar, tocar”.
El Dr. no dudó en asegurar que “mientras esté disponible contesto todo lo que me pregunten y sobre todo para la gente del interior que a veces cuesta más que se acerquen a la ciudad”.
Anéctodas

Consultado por alguna historia graciosa que le tocó vivir con algún paciente afirmó que tiene muchas y quedó trunco el deseo de hacer un libro de anécdotas.
Destacó una que le sucedió hace poco, “una madre que trabaja en el mercadito no conseguía que atiendan a su hijo en ningún lado y yo busqué la forma y le pude dar solución. Desde ese momento cada vez que vuelven a consulta, el chico de 8 años le dice a la madre vamos al DOCTOR CONFIABLE”.
Con 76 años y casi 50 años ejerciendo la profesión el Dr. Lindor Lamuedra afirma que tiene para uno o dos años más, “mientras me dé el cuero y me sienta cómodo voy a seguir, por ahora estoy lucido” cerró.