A pesar de situaciones y protecciones insólitas, Sebastián Villa fue merecidamente condenado por la violencia que ejerció sobre Daniela Cortes.
Un futbolista se sienta en el banquillo de los acusados un martes al mediodía en un juzgado de Buenos Aires. Esa misma noche, se calza los botines y juega para Boca Juniors. Lo que muchos guionistas no se animarían a escribir para una película, le sucedió a Sebastián Villa tan cerca como a mediados de abril de este año.
El futbolista colombiano fue acusado por su expareja Daniela Cortés de haberla golpeado y amenazado cuando convivían en abril de 2020. El juicio, que terminó en una condena de dos años de prisión para Villa este viernes, comenzó un lunes con el testimonio de la denunciante y, el martes, Villa volvió a sentarse en el banquillo para las audiencias. Horas después de escuchar a los testigos se reunió con sus compañeros de equipo, que esa noche jugaban por la Copa Libertadores contra el Deportivo Pereira de Colombia. Mientras uno de sus futbolistas más importantes escuchaba el juicio por los delitos de lesiones agravadas por el vínculo y amenazas coactivas, Boca Juniors esperaba a ver si el tiempo le alcanzaría para presentarse a jugar por la noche.“Pasaban días enteros que no podía hablar con mi madre por los golpes que tenía en la cara”, había dicho Daniela Cortés al tribunal de Buenos Aires que la escuchó a través de una videollamada en la primera jornada del juicio. En mayo de 2020, la modelo había denunciado a Villa por golpearla y amenazarla con echarla de la casa que compartían en un barrio cerrado a las afueras de Buenos Aires. Según el relato de Cortés, el futbolista había empezado a tomar alcohol desde que vivían en Argentina y se había vuelto “cada día más violento”. Habían llegado juntos al país dos años antes, cuando el futbolista se incorporó a Boca Juniors, y el aislamiento estricto por la pandemia empeoró las cosas.
La agresión que finalmente derivó en la condena es del 27 de abril de 2020, cuando, según el relato de la víctima, ella le había planteado al futbolista que no quería seguir con la relación y él le dio un puñetazo. Daniela Cortés publicó días después un vídeo y una fotografía en redes sociales en la que mostraba su rostro ensangrentado, y la denuncia pasó a la Comisaría de la Mujer. El juicio debía comenzar en septiembre de 2022, pero se pospuso hasta abril de 2023. Cortés declaró desde Colombia, adonde volvió a vivir tras el incidente, y el futbolista la escuchó junto a su abogado desde el juzgado de Lomas de Zamora.
No es la única causa abierta contra el futbolista por violencia de género. En mayo del año pasado, Villa fue acusado de violación por otra mujer, que denunció que este la había abusado tras un ataque de celos. “Sebastián había ingerido una gran cantidad de alcohol y si bien estaba acostumbrada a verlo en ese estado, empezó a hacerme una escena de celos porque yo habría tenido un encuentro con un compañero de la plantilla”, dijo en su denuncia Tamara Doldán hablando de un presunto abuso ocurrido el 26 de junio de 2021. Según el expediente, Villa abusó de ella en una habitación de su casa mientras su custodio personal vigilaba la puerta.
El futbolista fue respaldado por Boca Juniors entre ambas denuncias. Villa también había saltado al campo el 14 de mayo del año pasado, un día después de que se conociera la denuncia por violación de Doldán. Y su caso no es el único en un equipo que se ha acostumbrado a ver a sus jugadores acusados de violencia de género en los últimos años.
Boca Juniors terminó ganando el partido contra Deportivo Pereira con un gol en el último minuto. Villa era esencial para la dirigencia y jugó todo el partido, pero no destacó. La figura fue Valentín Barco, un juvenil que jugaba su primer partido internacional con el equipo. Pero el fútbol es, como mucho, lo más importante de lo menos importante. Acá se hizo justicia.