En Argentina, el pochoclo ocupa un lugar destacado en la merienda de muchos niños e incluso en la cena, especialmente debido al grado de pobreza que atraviesa el país.
El 19 de enero se celebra el Día Mundial del Pochoclo, una fecha destinada a reconocer la importancia gastronómica de este alimento que tiene sus raíces en el año 1500. Las palomitas, derivadas del maíz cultivado inicialmente en México, se han convertido en un elemento clave de la alimentación en Argentina, sirviendo como acompañamiento al mate cocido incluso durante la cena.
La idea de conmemorar el Día Mundial del Pochoclo surgió en Estados Unidos, donde su consumo es frecuente. Inicialmente, la fecha se estableció el 31 de enero en 1988, pero desde 2003 se trasladó al 19 de este mismo mes para coincidir con el cumpleaños de Charles Cretors, un inventor estadounidense que patentó la máquina de palomitas en 1885.
Las palomitas ganaron popularidad en los cines a principios del siglo XX, asociándose con la llegada del sonido a las películas. El sonido característico de las palomitas se convirtió en una parte inseparable de la experiencia cinematográfica.
Desde una perspectiva económica, las palomitas representan un negocio lucrativo, con ventas que alcanzan los 2.000 millones de dólares al año en cines estadounidenses y 1.000 millones de pesos al año en Argentina en el mercado minorista.
Hoy en día, las palomitas son consumidas por personas de todas las edades y culturas. En Estados Unidos, el consumo per cápita anual de palomitas es de 6,25 kilos, mientras que en Argentina es de 2,5 kilos. La preparación de las palomitas puede llevarse a cabo de diversas maneras, ya sea en una sartén con aceite, en una máquina especializada o en el microondas. Además, se pueden condimentar con diferentes sabores, como sal, azúcar, mantequilla, queso o caramelo.
El Día Mundial del Pochoclo brinda una oportunidad para disfrutar de este delicioso y popular snack, siendo una fecha propicia para compartir con amigos y familiares, y deleitarse con una buena película.