En busca de una nueva oportunidad, el joven decidió radicarse en la gran manzana y hoy sus tattoo son de los más codiciados por los amantes de este arte.

Desde muy chico, Pablo Frías soñó con dedicarse al arte. Hacía dibujos que cada vez eran mejores, pero el destino lo fue llevando por otros lugares. Recién a los 21 años, y luego de quedarse sin trabajo, empezó a seguir su sueño y desde ahí no paró: hoy triunfa en Nueva York con tatuajes realistas y es furor en las redes.

Pero pesar del éxito que cosechó a nivel mundial, el joven de 32 años, oriundo del barrio porteño de Floresta, esconde un gran anhelo: aguarda el momento de regresar a la Argentina para expandir sus diseños en su tierra.

El inicio del sueño

Aunque no se dedicaba a tatuar aún, Pablo ya había adquirido las máquinas que necesitaba para comenzar a hacerlo. Una luxación en el hombro lo dejó sin un trabajo que no le gustaba y tomando valor dio el pie inicial para empezar a hacer realidad su sueño.

El tatuador argentino triunfa en Nueva York. (Foto: gentileza Pablo Frías)
El tatuador argentino triunfa en Nueva York. (Foto: gentileza Pablo Frías)

Luego de tatuar durante varios años en Argentina, a los 29 comenzó a viajar por el mundo, pero una parada en Estados Unidos lo hizo repensar su vida. Tras presenciar un Guest Artist que lo deslumbró y con una visa de talento en mano decidió quedarse.

“Fue muy loco porque es una ciudad impactante, mucha gente viene a cumplir sus sueños, pero yo no busqué nada, se dio todo solo. Vine de vacaciones, a ver artistas y hoy ser parte de ellos es algo super grande. Camino por las calles y no lo puedo creer”,contó el joven.

Hoy Pablo forma parte del prestigioso estudio de tatuajes Ink Nation Studio NYC, ubicado a dos cuadras del Time Square. “Hay tanta competencia a nivel trabajo, tantos artistas buenos que tenés que subir el nivel constantemente”, destacó.

El joven argentino recrea personajes animados en la piel. (Foto: gentileza Pablo Frías)
El joven argentino recrea personajes animados en la piel. (Foto: gentileza Pablo Frías)

Tatuador de estrellas

A medida que su popularidad en las redes iba creciendo, varias celebridades argentinas se contactaron con él. Los traperos Cazzu y Lit Killah conocieron sus diseños, se enamoraron y eligieron tatuarse con él, así como también lo hizo el humorista y conductor Migue Granados.

Sus dibujos, una mezcla de realismo con animación de estilo Cartoon Network, cautivan al público de todo el mundo que colma sus posteos de felicitaciones y hoy su cuenta de Instagram @pablo_frias.tattoo alcanzó más de 200 mil seguidores.

La precisión en el diseño es tal que debe realizarlas en, como mínimo, dos sesiones de 8 horas cada una. Esto lo llevó a atravesar muchas situaciones tan complejas como divertidas. “Me pasó mucho que la gente se desmaye y algunos se dejan el tatuaje por la mitad a causa del dolor. Se van y no sé si se lo terminan después”, reveló entre risas.

Casi todos los que me buscan lo hacen por el estilo con el que trabajo y me dejan fácil la tarea, me piden algo y después queda a mi gusto”, destacó. Entre sus recreaciones más destacadas están Mario Bross., El Jocker, Diego Maradona, Lionel Messi, Bizarrap y cientos de artistas y protagonistas de series exitosas.

Los tatuajes realistas del argentino. (Foto: gentileza Pablo Frías)
Los tatuajes realistas del argentino. (Foto: gentileza Pablo Frías)

“Llegué con la base de allá, pero me mantuve en la búsqueda de que la gente diga ‘este tatuaje es de Pablo’. Es una carrera en la que nunca se termina de aprender y de acá a un año mi estilo puede cambiar”, señaló y contó que hoy el costo de los diseños son mucho más altos que los que cobraba en Argentina: cada uno tiene un valor aproximado de US$2.000.

Volver a su tierra

Pablo reconoció que el alcance que consiguió en Nueva York fue muy distinto al que tenía en su ciudad natal. “Una cosa es que te hagas conocido acá y otra en Buenos Aires; esta es prácticamente la capital del mundo y llegas a cualquier otra parte que desde allá quizás cueste más”, explicó.

Sin embargo, pese a la fascinación con la gran manzana, aseguró que anhela regresar a su país natal. “Allá lamentablemente no tenía un lugar para tatuar. Acá la vida es muy buena, todavía no caigo donde estoy, y aunque me costó mucho el momento en el que me instalé, extraño un montón porque las culturas son diferentes: el argentino te da un beso, te abraza y en este lugar es todo muy distante. La comida también la extraño y el tema de los horarios porque en Estados Unidos se come super temprano. Me tuve que acostumbrar a varias cosas que todavía me cuestan”, destacó.

De Floresta a Estados Unidos: Pablo Frías, el argentino que triunfa en Nueva York con sus tatuajes realistas

“El día a día en Nueva York es mucho más caro que en Argentina, tiene sus cosas difíciles. Pienso volver y trabajar en Buenos Aires en un futuro porque extraño mucho y es un país único. Viajé mucho y no hay otro lugar como el nuestro”, reconoció, aunque manifestó que seguirá trabajando un tiempo más en Estados Unidos: “Hoy mi vida está enfocada acá y hay que aprovechar el momento”.

En relación a la decisión de cambiar de destino para radicarse, señaló: “Personalmente yo creo que tomé una actitud un poco más madura de emigrar de un lugar donde estaba seguro, con mi gente, porque en un lugar nuevo tenés que estar convencido de lo que haces, enfocarte un poco más. Considero que cambié, estoy más enfocado en mi sueño porque acá no tenés a nadie y por teléfono no es lo mismo; la seguridad que te da tu país es otra cosa”, insistió.

De igual manera, alentó a quienes tienen el deseo de emigrar. “Cuando uno tiene un sueño en la cabeza, por más que extrañes tenés que buscar triunfar. Yo me propuse eso y mi foco está ahí”, sostuvo. “Recontra recomiendo que la gente viaje y conozca otras culturas, que vea lo que quiere en su vida”, agregó.

Facebook Comments Box