Si uno menciona a Juliana Scaglione poca gente logra identificar de quien se está hablando. Sin embargo, si se menciona el apodo todos comienzan a vislumbrar de quién se trata. Furia se convirtió en la participante más polémica de esta edición de Gran Hermano. Desde el primer momento que pisó la casa, la concursante no pasó desapercibida y no solo por su fuerte carácter. Es que la entrenadora de 33 años es dueña de un estilo único: un cuerpo lleno de tatuajes y la cabeza rapada son su insignia y con eso jugó desde que entró.

Desde frases como “welcome to the jungle” y llamas a su alrededor, al pelo y cejas rosas con corazones y mucho glitter, Furia no desaprovechó ninguna gala y siempre desfiló diferentes estilos de llevar adelante su particular estilo.

Sin embargo, ese look que tanto la distingue no es fácil de encontrar en los medios y mucho menos que estén en el centro de atención. Pero hoy Juliana pudo y no solo eso, sino que sirve como fuente de inspiración para muchas nenas que hoy están atravesando una difícil situación.

Ese es el caso de Olivia a quien a los cinco años le diagnosticaron un cáncer grave. Producto de ello, al comenzar las quimioterapias su largo pelo cayó. Pero lejos de bajonearse, la nena encontró una referente en la tele y hoy, asegura, es su “superheroína”.

Oli y su amor por Furia. (Foto: gentileza Antonella Gueba)

La lucha de Olivia

Olivia sueña con ser artista. Actualmente, vive con sus papás y su hermano de 14. Tiene seis años recién cumplidos y en octubre le descubrieron dos tumores de wilms, un cáncer en los riñones muy poco frecuente.

“Sacarla del jardín, de su egresadito, a pasar por terapias intensivas y cirugías no fue fácil. El hospital Garrahan se volvió nuestra casa”, aseguró Antonella Gueba, la mamá de Olivia.

Después de días de mucha fiebre y malestares constantes, los médicos le dieron un diagnóstico devastador a sus familiares. “Uno de los tumores le había corrido todos los órganos de lugar, era muy grande, muy de golpe, fue terrible”, recordó la joven.

Oli continúa en tratamiento. (Foto: gentileza Antonella Gueba)

Si bien a la pequeña la operaron y lograron sacarle los tumores, hoy convive solo con una partecita de riñón y debe continuar haciendo quimioterapia. “Va por la quimio 18 post operación. Hizo 9 antes, pero nunca se habían achicado. Le hicieron la cirugía de urgencia porque los tumores se alimentaban de la quimio y crecían en vez de disminuir”, explicó Antonella.

Una superheroína furiosa

Ahí, en medio de la recuperación, surgió la magia. “Ese día habíamos salido de terapia, nos habían pasado a una sala de cuidados intermedios y justo empezaba el primer programa del reality. Oli estaba en el proceso en el que se le empezaba a caer el pelito y fue muy duro porque tenía el pelo muy largo. Yo estaba mal, ella no. Yo lloraba angustiada y justo miramos la tele y entró Furia. Ahí Olivia quedó cautivada”, contó la mamá de la pequeña.

Sin más, el flechazo fue total. “Me dijo ‘mamá no llores, cuando se me caiga el pelo voy a ser como ella, voy a ser como esa chica’”. Es que en su corta edad Olivia nunca había visto a la protagonista del cuento tan parecida a ella.

Con el pasar de los programas, Furia demostró no solo un carácter fuerte, sino una importante versatilidad a la hora de combinar looks. Y a pesar de no tener pelo, jugó con diferentes estilos. Desde dibujarse corazones rosas y violetas con mucho glitter a frases, llamas y vinchas, la participante más polémica del reality no pasó desapercibida ni un solo día.

La nena de 6 años es dueña de un estilo único. (Foto: gentileza Antonella Gueba)

Oli nunca llevó un gorrito, ni pañuelo ni nada que se le parezca. “Yo estaba preocupada por eso, me quería cortar mi pelo y mandarle a hacer una peluca, pero ella me planteó con solo cinco años lo que quería”. “Yo quiero estar así”, le dijo firme y determinada. “Nosotros tenemos un viaje largo desde casa al hospital y antes de irse se pone corazones y brillos y sale con su pelada. Siempre recibe miradas que te duelen como mamá, pero a ella no le importa nada”.

Es por eso que aunque la nena no mira el programa por su corta edad, sí se fascina cuando ve a su participante favorita aparecer en la tele. Y eso llevó a que su mamá un día se anime y le escriba un mensaje a Coy, la hermana de Juliana, para contarle lo importante que fue la figura de la joven entrenadora en la recuperación de su hija. “En mi posteo solo quería mostrarle lo que mi hija había visto. Ella quedó fascinada y no iba a sufrir ese proceso de quedarse sin pelo. Ella estaba viendo a esa mujer fuerte que va contra todos los estereotipos, una mujer que no había visto antes en televisión”, contó Anto.

Hoy Oli ve a Furia en la tele y se pone a saltar. “Ella la ve como una superheroína y todo lo que le haga feliz a mi hija, con todo lo que pasó, me pone feliz a mí”, remarcó.

Y ese mensaje a través de X (exTwitter) no quedó en la nada. Coy lo vio y desde la cuenta de su hermana le respondió. “Se contactó conmigo. Me contó que su mamá había fallecido de cáncer y que Furia tenía ese look en honor a todas las personas que padecen esa enfermedad, que ella está en esa lucha por su mamá”, detalló.

El mensaje de Antonella a la hermana de Furia. (Foto: gentileza Antonella Gueba)

“La hermana agradeció que Oli haya captado eso y en el hospital hay muchas nenas que hacen lo mismo que mi hija y está bueno que tengan a alguien con quien puedan sentirse identificadas”, insistió Anto.

Coy continuó en contacto con Antonella y hasta suele consultarle sobre cómo va el tratamiento de la nena. “Resultó ser una persona muy amorosa, se ofreció para todo, está en contacto conmigo siempre, me pregunta como está Oli, cuándo tiene quimio. Mi marido se quedó sin empleo y se preocupó en recomendarlo, Siempre se comportó muy bien”, destacó.

Ahora la familia espera que cuando una de las candidatas a ganar el concurso salga, se pueda producir ese tan ansiado encuentro con la pequeña. “Furia logró esas cositas que para Oli o para cualquier nena que vive esto tan duro es importante”, remarcó.

Oli junto a sus papás y su hermano. (Foto: gentileza Antonella Gueba)

Ahora, Olivia no solo se llena de corazones y brillos para ir al médico, sino que también cautiva a quienes la ven. “Los doctores la aman y siempre dicen que ella no aparece si no es con glitter en el cuerpo”, contó Anto.

La pequeña de seis años hoy es toda una estrella. Sueña con ser famosa y hasta ya piensa en continuar con su look más adelante y ser la inspiración para otras nenas.

“Los médicos dicen que es un diagnóstico difícil de tratar, pero a mí no me interesa porque creo en Dios y porque sé que la van a salvar. Un día que yo me quebré Oli me dijo ‘mamá, yo estoy curada, tenés que estar tranquila’. Hoy sé que ella es mi mujer maravilla”,completó Antonella.

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