El triunfo de la Argentina en el Mundial de Qatar no hizo más que exponer el cariño del pueblo de Bangladesh hacia el combinado nacional. Las costumbres, los personajes y hasta los canales de televisión son algunas de las cosas que el bangladeshi incorporó a su vida cotidiana.

Atento a esto, el canciller Santiago Cafiero encabezó hoy la apertura de la nueva Embajada en Bangladesh, la cual había sido cerrada en 1978. El dulce de leche, los alfajores, la yerba mate y la versión local de «Muchachos», interpretada por un grupo de fans local, animó la inauguración de la nueva sede diplomática.

Según informó Cancillería a través de un comunicado, la iniciativa de Argentina busca explotar las potencialidades de la relación bilateral, sobre todo a la hora de ampliar la oferta exportable argentina centrada actualmente en aceites, cereales, harinas y pellets de soja, en vistas a satisfacer la demanda creciente del mercado bangladesí. «

Asimismo, promover la cooperación en el ámbito deportivo, satelital, ayuda humanitaria y gestión de desastres», se agregó en el texto.Cafiero llegó ayer a Daca, la capital de Bangladesh, junto a un nutrido grupo de empresarios argentinos con los que llevará adelante una misión comercial en búsqueda de mayores exportaciones hacia un mercado de 170 millones de habitantes.

«Hoy estamos cumpliendo un deber moral, un deber ético e histórico reabriendo nuestra Embajada en Bangladesh. Se había puesto en funcionamiento en el año 1974, cuando la Argentina gobernada por el general Juan Domingo Perón reconocía a un pueblo hermano como lo es el de Bangladesh. Apenas unos años después, la Embajada fue cerrada por una dictadura militar que en nuestro país quiso borrar la huella de muchos compatriotas, pero también la huella de pueblos hermanos y de relaciones que teníamos establecidas hasta ese momento», fueron las palabras que utilizó el Canciller argentino en la inauguración de la embajada.

Por su parte, agregó: «Debemos seguir construyendo una relación que nos una, que acerque dos países culturalmente distintos, geográficamente distantes pero con un sentimiento único. Lo que el amor de Bangladesh demostró hacia la Argentina es que también en este tiempo de incertidumbre, donde el mundo se debate en una guerra, debemos afianzar el vínculo del sur global, afianzar esa agenda y poner en eje la dignidad de las personas».

Y completó: «En los diferentes foros internacionales países como los nuestros tienen que elevar la voz mucho más alto porque a veces no somos escuchados, es por eso que necesitamos actuar siempre de modo cooperativo y conjunto».

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