Desde hace más de un mes que la incertidumbre y el miedo se apoderaron de la comunidad educativa de Tucumán, donde una ola de amenazas de bomba pone en jaque el dictado de clases y obliga a que diariamente numerosas escuelas suspendan sus actividades o —en el peor de los casos— realicen evacuaciones de urgencia ante una posible explosión. Son realizadas por grupos autodenominados “terroristas” y el gobierno provincial asegura que está detrás de ellos.

En la capital tucumana, las calles colmadas de estudiantes que debieron abandonar sus aulas de imprevisto se volvieron un escenario cotidiano. Aunque la situación se replica de igual manera en las zonas más alejadas al centro, donde también llegan mensajes diarios que advierten sobre explosivos en los interiores de los colegios. Según indicaron fuentes oficiales a Infobae, solo en agosto se registraron entre 7 y 10 denuncias por día.

Hasta el momento, las cartas intimidatorias resultaron ser falsas alarmas. No obstante, continúan generando el despliegue sistemático de importantes operativos policiales que se realizan en simultáneo en todas las direcciones de donde llegan denuncias. Se trata de una situación que altera a las autoridades gubernamentales, quienes aseguraron que investigan arduamente los hechos para ponerle fin.

En los últimos 30 días fueron más de 40 las instituciones que debieron suspender sus clases por este motivo. Según señalaron fuentes del gobierno de Tucumán a este medio, el modus operandi de los responsables es siempre el mismo: envían los mensajes a través de mails, fax o llamados telefónicos durante la noche previa a la jornada o en el transcurso de la misma mañana. La mayoría de las veces ocurre en días donde hay exámenes finales, aunque este no es un patrón en todos los casos.

“Otra hipótesis que se maneja tiene que ver con un posible reto de TikTok, pero todo sigue bajo investigaciones. El 99% de las denuncias provienen de instituciones de nivel secundario”, detallaron al respecto las autoridades.

Las escuelas afectadas son diversas, tanto públicas como privadas. Y si bien parece ser aleatorio, en muchas oportunidades la misma se convierte en víctima más de una vez. Así pasó esta semana con la Escuela Técnica N°1, la cual debió cerrar sus puertas por segunda vez en 72 horas luego de ser advertidos por la presencia de una bomba en el predio. El mensaje explicitaba ser de parte de un conjunto autodenominado “terrorista”.

Al referirse a los reiterados sucesos, Claudio Fernández —director del establecimiento— no pudo contener el llanto y llamó a la reflexión de los responsables. “Estoy enojado, estoy molesto. 40 años de democracia y tengo que suspender las clases por algunos inadaptados sociales que no entienden que la salida es la educación. Esta es la segunda amenaza de bomba en dos días, la última fue el viernes ¿qué está pasando, señores?”, dijo en diálogo con La Gaceta.

Y añadió sobre la falsedad de las amenazas: “No puedo jugar con la incertidumbre, son mis alumnos y mis colegas. ¿Qué está pasando en nuestra patria? ¿Qué le está pasando al pueblo? No puedo echarle la culpa a nadie, pero sí puedo llamar a la reflexión diciéndoles basta. Piensen en una patria mejor. La salida es la educación, no hay otra. Estoy angustiado, triste por mi patria, como director. No puede pasar, me duele mucho”.

En este sentido, debido a la cantidad de horas perdidas, desde el Ministerio de Educación provincial evalúan medidas para recuperar el tiempo y dar todos los contenidos pautados para cada año. Entre estos, dictar clases los sábados.

“Manifestamos nuestra preocupación. Una falsa amenaza de bomba es un delito de gravedad. Desde el Ministerio de Educación, hemos puesto a disposición todos los elementos aportados por las instituciones afectadas para colaborar con el avance de las investigaciones que llevan adelante los organismos competentes. Se instruirán los mecanismos necesarios para que cada escuela o colegio recupere las clases interrumpidas”, señalaron las autoridades educativas provinciales.

Asimismo, aseguraron que existen colegios que deciden compensar los encuentros con clases virtuales o al aire libre en el lugar de la evacuación (plazas o parques).

Desde el gobierno tucumano informaron que la Policía de la Provincia, a través de la División Delitos Telemáticos, continúa con la investigación para poder capturar a las personas que están enviando los mails y que realizan los llamados telefónicos.

Días atrás, el subsecretario de Seguridad, Rolando Gómez, dijo que ya se habían identificado los teléfonos desde donde se habrían realizado las intimidaciones y que la Justicia estaba detrás de estos.

“La Dirección de Delitos Telemáticos está trabajando de manera conjunta con la Unidad Fiscal de Decisión Temprana, se ha realizado una investigación donde se obtuvo la identificación de una serie de números de teléfono, chats y mails. A raíz de esto, la Justicia debe enviar las medidas a las empresas como Google u otros organismos internacionales que tienen sus políticas de privacidad y exigen una orden judicial para avanzar con la investigación”, explicó el funcionario.

A pesar del avance de la investigación, los ilícitos continúan replicándose en la provincia. Mientras tanto, en la mañana de este martes fueron evacuadas al menos dos escuelas en San Miguel de Tucumán.

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