“El Frente de Todos no es de tres o cuatro dirigentes”, afirmó el Presidente en una entrevista radial. Así, replicó las declaraciones del diputado nacional, que ayer lo cuestionó de buscar “una aventura personal” en relación a una eventual candidatura a la reelección

El presidente Alberto Fernández afirmó hoy que “cuando un compañero critica a otro compañero deja de ser peronista”, una cita a Juan Domingo Perón que es una réplica a los cuestionamientos que hicieron Cristina y Máximo Kirchner sobre el rumbo del gobierno al que pertenecen y sobre la idea del Presidente de buscar una reelección.

El Frente de Todos no es de tres o cuatro dirigentes”, afirmó el Presidente en una entrevista radial, y sostuvo que el diputado nacional “tiene una mirada equivocada”. “Nunca quise construir el albertismo, no creo en los personalismos y somos parte de un proyecto; se me puede acusar de cualquier cosas menos de hacer aventuras personales”, agregó en diálogo con Futurock.

Ayer, Máximo Kirchner fue el encargado de cerrar el congreso del PJ Bonaerense en Mar del Plata y en su discurso cuestionó al Presidente sin mencionarlo. “Gobernar no es una decisión individual, es del conjunto”, señaló el legislador.

Nunca más nos puede volver a pasar lo mismo. No puede pasar otra vez en un frente amplio como el nuestro (Frente de Todos), que aquellos que se valen de construcciones colectivas, una vez que esa construcción los lleva a un lugar importante inicie una aventura personal”, señaló al rememorar la previa a las elecciones de 2019 y vincular aquel escenario con la actualidad de cara las elecciones de 2023. “Para aventureros está el turismo”, remató.

Más allá de la fuerte declaración que hizo a las críticas de Máximo, Fernández se preocupó por dejar en claro que “es buen compañero”. Y remarcó: “Nadie sobra. Todos hacemos falta. Toda opinión es valiosa y respetable. No quiero entrar debate, solo llamo a la reflexión”.

El Jefe de Estado dijo que tiene la decisión de que el Frente de Todos gane la elección de 2023, más allá de quien sea el candidato. “Estoy seguro que es posible. Le pido a los compañero que me ayuden a eso, después discutiremos quiénes son las mejores candidatos. El que gane tendrá una fortaleza mayor” sentenció en alusión a la necesidad de celebrar las PASO. “Hoy hay que unir esfuerzos para salir adelante”, aseguró.

En medio del debate que surgió dentro del gobierno por la iniciativa kirchernista que busca eliminar las elecciones primarias, Fernández aclaró que “los temas electorales están vedados al Presidente” y que “la decisión la tiene que tomar el Congreso”.

“Las PASO fueron un gran hallazgo de Cristina, que permitieron democratizar los partidos políticos. No es un tema mío. A mí no me tienen que convencer, tienen que convencer a la oposición. No pierdan el tiempo conmigo porque no soy yo el que puede resolver esto”, insistió en alusión a las gestiones que está haciendo el ministro del Interior, Wado de Pedro, para contar con su visto bueno.

En medio del problema de los problemas de distribución del ingreso, la caída de los salarios y el enriquecimiento que tuvieron muchas empresas a raíz de la guerra entre Rusia y Ucrania, Fernández anticipó que el ordenó la diputada Cecilia Moreau que encamine en la Cámara Baja el proyecto de ley de la renta inesperada. “Si hay que modificar algo, lo modificamos, pero hay que hacerlo”, sentenció.

Además, dijo que también está en evaluación el otorgamiento de una suma fija a los trabajadores en relación de dependencia de menores ingresos. “Tenemos que verlo con cuidado. Pienso como Cristina, hay que recomponer el salario pero ver dónde se hace el corte. No es un tema fácil de resolver”, admitió el Presidente ya que muchos de esos asalariados trabajan para los municipios y no todos están en condiciones de pagar el bono.

Con respecto a las paritarias, que permiten fortalecer los ingresos de los argentinos, dijo que “están funcionando con total libertad” y que la idea “es que le ganen a la inflación”. Para apuntalar estas negociaciones, recordó que también se subió el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias y que el gobierno está trabajando en “corregir” los bajos sueldos que están pagando las empresas al generar nuevos puestos de trabajo. “Los empleos que se crean tienen salarios flojos, que toman como referencia diciembre de 2015 y eso hay que corregirlo”, remarcó.

Consultado acerca de la causa Vialidad, donde está siendo juzgada la Vicepresidenta, Alberto Fernández dijo que “descreería mucho de la justicia” si la condenan a Cristina. “No entiendo como Cristina es acusada y enjuiciada por un caso así. Confío en que la justicia entienda lo que está pasando. En algún momento como la Corte de Brasil hizo con Lula, alguien seriamente debería tomar cartas en el asunto”, resaltó Alberto, aunque negó que vaya a pedir el indulto si finalmente es condenada. “Cristina dijo públicamente que se sabe inocente y no quiere que hablemos del indulto”, explicó.

Por último, a modo de balance de sus últimos 3 años de gestión, señaló que fue “un Presidente que trabajó de Presidente y que no quiso hacer política ni espacios de su propiedad” ya que se considera “parte de un espacio mayor, que es el Frente de Todos”.

Y que cuando tenga que abandonar la Casa Rosada, se irá con la conciencia tranquila de haber trabajado “con total honestidad”  y de irse “con los mismos bienes” de cuando asumió.

“En mi presidencia, ninguna obra pública fue impugnada por falta de transparencia”, dijo para diferenciarse de “los sobreprecios del 70%” que tuvieron, a su entender, las obras que se hicieron durante el mandato de Macri. “A ningún empresario lo llamé para decirle que tiene que dar el 1% de su patrimonio para que yo sea Presidente”, aseveró.

“Ningún argentino puede decir que lo mandé a espiar. Voy a tener la tranquilidad de que todos los operadores judiciales en mi gobierno no existieron, no tuve una mesa judicial que inventara causas para mandar preso a los que hablan en mi contra. Son saltos en la calidad institucional y democrática y espero que se siga respetando cuando yo no sea presidente”, solicitó.

Admitió que a pesar de ser “el presidente más maltratado por la democracia y los medios”, nunca llamó a ningún dueño de medios de comunicación para pedirle que levantara una nota suya. “Tuve que enfrentar a medios adversos que decían mentiras y disparates. y fomentaban el discurso del odio”, enfatizó sobre la existencia de la libertad de expresión que rige desde que asumió y que espera que continúe cuando él ya no esté en el poder.

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